Desmitificando mitos de casino (I)

Dados azarLos casinos son lugares ideales para pasar un buen rato, divertirnos e incluso tener la posibilidad de ganar dinero. En ese camino puede haber momentos, ya sea que los resultados nos acompañen o no, en los que interactuamos con otros jugadores. Seguro que algún que otro usuario te ha contado sus teorías conspirativas en relación con el casino y sus particulares formas de quitarle al jugador la posibilidad de ganar. También es posible que hayas oído hablar de estas teorías a través de un conocido o amigo.

Ya sea que las creas o no, sabemos que muchas personas que disfrutan de esto piensan en ellas a la hora de elegir tal o cual slot por ejemplo por estar “fría” o “caliente”. O también hay quienes creen que un crupier puede elegir cuando se detiene la ruleta o qué carta va a salir. Incluso hay quienes dicen que los casinos bombean más oxigeno del habitual buscando que los jugadores no se duerman.

En esta nota de Apuestas Deportivas vamos a explicarte por qué todas estas teorías y mitos no son reales, así la próxima vez que juegues, ya sea en tu casino online preferido o en un casino físico, sepas cuales son las variables que sí influyen en el juego y cuales no son más que habladurías. Buscamos así contribuir a tu bienestar como jugador, a tu confianza en los casinos y a reducir las “fake news” que rondan en este ambiente.

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Mitos de las slots

Lo primero que debemos decir es que gran parte de estos malentendidos suelen estar aferrados a falsas creencias que construimos buscando una explicación razonable para cosas que no la tienen, o que son más complejas de lo que podemos entender. Por ejemplo, esto suele ocurrir cuando creemos que una máquina tragaperras está “caliente”.

En ese caso, podemos interpretar que es solo cuestión de tiempo para que nos premie con el bote, minimizando cuánto influye el azar en eso y llevándonos erróneamente a permanecer más tiempo allí con una premisa falsa. La realidad es que no existen máquinas calientes, como tampoco existen máquinas frías. Todos los giros son una acción individual, separada y no influida por ninguna acción anterior o siguiente.

Además, la máquina tragamonedas no es inteligente: no sabe que no ha pagado en horas y se siente obligada a rendirse. Las tragaperras utilizan generadores de números aleatorios, que crean una nueva combinación con cada giro. El único dato que podemos tener sobre su forma de dar premios es el RTP (en español Retorno Teórico al Jugador) que cada tragamonedas tiene.

Esta explicación también es válida para el resto los mitos que rodean a las tragaperras. Los más extendidos al día de hoy son: que las maquinas escondidas o al fondo del salón son las que más premios dan (quizás sustentado en una idea similar a la de la máquina “fría o caliente”); que si la máquina dio un gran premio a cierta hora el día anterior debo jugarle al día siguiente algunos minutos antes; que es más probable que ganes al tirar de la palanca que al pulsar el botón; que no ganarás el premio gordo si lo acaban de ganar; o que cambiando varias veces el tamaño de la apuesta o las líneas en que apostar para confundir a la máquina.

Todos estos ejemplos se desmoronan al entender que lo que rige a estas máquinas es la aleatoriedad de resultados, de hecho, si encuentra una máquina que respete ese principio, se volverá mucho más rico al demandar a un casino o al desarrollador que al ganar su premio.

Mitos de la ruleta

Similar a la anterior, otra de las premisas que suelen pensar los jugadores es “Si la ruleta ha tenido una racha de victorias rojas, debe ser hora de que salga un número negro”. En este caso es fácil entender a los jugadores que caen en la trampa de creer este mito. Ver la bola caer repetidamente en el mismo color parece contrarrestar todo lo que sabemos sobre las probabilidades, dado el número par de ranuras rojas y negras en la rueda.

Lo que se debe recordar es que esas probabilidades comienzan de nuevo con cada giro de la ruleta (algo similar a lo que mencionamos con las tragaperras); cada victoria anterior no tiene impacto matemático en las probabilidades para la próxima.

Mientras que los espectadores pueden sentir que una victoria negra es «mucho más probable», la rueda gira de forma independiente y la bola caerá donde sea que lo vaya a hacer sin depender de dónde lo sucedio con anterioridad.